El progresista Partido de los Trabajadores (PT), comandado por el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, selló este domingo su debacle tras la derrota de sus candidatos en las dos únicas capitales regionales que aún tenía posibilidades de ganar en la segunda vuelta de las elecciones municipales.
En Recife, el candidato del Partido Socialista Brasileño (PSB) a la alcaldía de Recife (nordeste), Joao Campos, de tan solo 27 años, fue elegido hoy en el balotaje con un 56,27 % de los votos tras derrotar en las urnas a la ahijada política de Lula y aspirante por el PT, Marilia Arraes.
Mientras, el candidato del partido Republicanos el comisario Lorenzo Pazolini desbancó al candidato progresista Coser y se llevó la alcaldía de Vitoria, en el sureste de Brasil, con un 58,50 % de los votos.
Los resultados ponen en evidencia el descalabro del PT, que se saldó como uno de los grandes perdedores de esos comicios municipales, ya esta es la primera vez que el partido, considerado por muchos años como el principal referente del campo progresista de Brasil, no gobernará a ninguna de las capitales brasileñas desde 1985.
El PT, que ya gobernó por dos veces a Sao Paulo, la mayor ciudad del país, llegó al récord de nueve capitales en 2004, en el segundo año del mandato presidencial de Lula (2003-2010).
Las elecciones municipales volvieron a reflejar la fragmentación dentro del campo progresista, como fue visible en Recife.
En una apretada disputa, Joao Campos abrió una ventaja de más de un 12,5 puntos porcentuales sobre Arraes, pese a que los últimos sondeos apuntaban a una ajustada victoria de la candidata del PT.
Lo curioso es que Marilia, nieta del histórico líder socialista Miguel Arraes (1916-2005), y Joao Campos, bisnieto del patriarca e hijo del excandidato presidencial Eduardo Campos, fallecido en un accidente aéreo, son primos, lo que ha intensificado la disputa también en el seno familiar.
Ya en Vitoria, la elección del delegado Pazolini frustró las expectativas del PT retomar la capital del estado de Espirito Santo, un antiguo reducto electoral del PT.
Pese a que inició la carrera electoral en el tercer puesto, Pazolini, afiliado por el mismo partido de dos de los hijos del presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, ganó terreno en la recta final y superó el candidato del PT con una diferencia de un 17 puntos porcentuales.
Para la segunda vuelta, el alcalde elegido moderó su discurso, rechazó ser etiquetado como de extrema derecha e intentó disociarse de la imagen de Bolsonaro, quien, al lado del PT de Lula, fue uno de los grandes derrotados de los comicios municipales, ya que la mayoría de los candidatos apoyados directamente por el presidente no consiguieron vencer en la primera vuelta.
Así, los partidos de centroderecha consiguieron aumentar el número de alcaldías y fortalecen una nueva fuerza de derecha moderada que surge para enfrentar en 2020 a la ultraderecha de Bolsonaro y a la izquierda apoyada por el expresidente Lula da Silva.
EFE