Osmel Sousa dijo que tras el escándalo que hicieron con las supuestas denuncias de corrupción y prostitución del 2018, «Echaron a perder el concurso. Se manchó, lo mancharon, el Miss Venezuela a nivel internacional era una cosa importantísima», dijo.
Cuando él renunció al concurso, muchos abogados se ofrecieron a apoyarlo y entablar procesos legales pero él no quiso, «Yo no me meto en litigios, que ese de arriba (Dios) sea el que se encargue de arreglar todo. Mi salida le hizo daño a la marca y aunque escriban 50 mensajes en la pared que si empoderamiento y esas pendejadas, ya los familiares lo piensan tres veces antes de dejar que su hija entre en el concurso. Si ellos pensaban que eso estaba sucediendo, lo más natural es que me llamen para ver cómo se podía arreglar», señaló.
El concurso Miss Venezuela es manejado actualmente por un comité integrado por las exreinas de belleza venezolanas, Nina Sicilia, María Gabriela Isler y Jacqueline Aguillera, dicha instancia reporta directamente a Jonathan Blum, Presidente de Cisneros Media.
Osmel contó que tuvo problemas con la Franquicia del Miss Mundo, «Cuando mandaron el memorándum diciendo que no quería trabajara más con Miss Mundo ni Miss International yo dije, no voy a permitir que estas dos franquicias caigan en mano de otra gente», afirmó.
«Si hubiese querido ser un coño de madre me hubiese quedado con esa dos franquicias, me hubiera ido, hubiera montado un gran concurso para Miss Mundo y Miss International pero yo los quise retener», contó.
El expresidente del Miss Venezuela contó sobre una reunión en Nueva York, «Me llamaron de Miss Universo para preguntarme si podía trabajar con otra empresa que no fuera Venevisión, me dijeron que estaban en conversaciones con un canal por cable de Venezuela y ellos le daban los derechos si yo hacía el concurso. Tenía que renunciar, mandé la carta al llegar que aun hoy ni me han contestado.