La selección brasileña se ha convertido en el centro de una controversia entre aficionados, medios de comunicación y ciertos sectores políticos debido a la posibilidad de que su uniforme de reserva sea rojo en el Mundial de 2026. Este debate se intensificó tras la filtración de informaciones por parte de la web especializada ‘Footy Headlines’, que afirmó que la pentacampeona mundial regresará a vestir ese color, acompañado de matices en negro, más de un siglo después de haberlo utilizado entre 1917 y 1919.
El grupo Globo confirmó esta información, añadiendo que el nuevo uniforme reemplazará el tradicional azul y blanco, y se lanzará al público en marzo de 2026, meses antes del evento futbolístico que se llevará a cabo en Canadá, Estados Unidos y México. Sin embargo, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) aclaró que las imágenes que circulan no son oficiales y aseguró que ni ellos ni su proveedor, Nike, han divulgado formalmente detalles sobre la nueva línea de la selección. En un comunicado, la CBF reafirmó su compromiso con su estatuto, indicando que la colección para el Mundial aún se definirá junto a Nike.
En medio del lío sobre la frustrada contratación del italiano Carlo Ancelotti, surgió esta controversia. Los acólitos del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro han expresado su descontento ante la posibilidad de que el equipo nacional vista los colores de su principal adversario político: el Partido de los Trabajadores, liderado por el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva. «A nossa bandeira jamais será vermelha» (‘Nuestra bandera jamás será roja’) se ha convertido en un mantra repetido por la extrema derecha brasileña, que ha reivindicado los colores verde y amarillo como símbolos nacionales en un clima social polarizado.
Ante esta situación, el diputado bolsonarista Zé Trovão presentó un proyecto de ley para hacer obligatorio el uso de los colores oficiales de la bandera —verde, amarillo, azul y blanco— en todas las entidades públicas o privadas que representen oficialmente a Brasil. «¡Ni nuestra bandera, ni nuestros uniformes, ni un carajo de nuestro país será rojo!», exclamó Trovão en sus redes sociales. De igual manera, el senador Flávio Bolsonaro, uno de los hijos del expresidente Jair Bolsonaro, también se pronunció en contra.
Sin embargo, es importante destacar que los estatutos de la CBF regulan este tema y establecen que los uniformes deben confeccionarse con los colores representativos de la confederación, los mismos que figuran en la enseña nacional: verde, amarillo, azul y blanco. Para que Vinícius Júnior, Neymar y otros jugadores puedan vestir rojo sería necesario modificar estos estatutos, ya que solo permiten cambios cromáticos para ediciones conmemorativas.
NAM/El Nacional
Recuerda seguirnos en nuestra NUEVA CUENTA INSTAGRAM , TIKTOK Y WHATSAPP
