Un coronel, jefe de la policía de Anzoátegui era la cabeza de un grupo estructurado de delincuencia organizada que cobraba “vacuna”.
Esta era la gente que extorsionaba al colombiano detenido la semana pasada cuando fue a denunciar a la Fiscalía General de la república que era extorsionado por policías.
El narco era solicitado por Francia y tenía tiempo “trabajando” en el oriente del país, entre Sucre y Anzoátegui.
Al coronel le decían ”el ojitos verdes de Polianzoátegui” y su nombre en cédula es Carlos Salazar García, quien era el director general de la policía del estado Anzoátegui.
Pero además, más de 20 funcionarios de la policía del estado Anzoátegui adscrito a la Unidad de Inteligencia de la Comandancia General formaban parte de la banda.
Todos quedaron detenidos por los delitos extorsión agravada y asociación para delinquir.
Estos eran los “hombres de la ley” que mantenían “custodia” permanente sobre el narcotraficante de nombre, Eutacio Cirilo Córdova solicitado por Francia.
Los uniformados sólo cobraban en dólares
Se conoció que los funcionarios “atraparon” al narcotraficante en el municipio Urbaneja, Lechería, y lo extorsionaron con una suma de 80 mil dólares y un vehículo marca Toyota, modelo Corolla, año 2012, color blanco.
Todo se descubre porque los uniformados se volvieron locos y se dedicaron a secuestrar al narcotraficante, a su hijo y a la mujer y cada uno debía pagar el “rescate” del otro.
Se conoció que en la declaración de Anderson Eutacio Jiménez, hijo de la “víctima” que dichos funcionarios de inteligencia una vez que agarraron a su padre en el municipio Urbaneja, Lechería, lo detuvieron a él también, al poco tiempo, y lo trasladaron junto con los funcionarios a la Comandancia General de la Policía del estado Anzoátegui, sede principal.
El joven allí conversó con el jefe el coronel Carlos Salazar y sus funcionarios y se pusieron de acuerdo por lo que el joven hizo una llamada telefónica de su teléfono celular, a su padre pidiéndole una cantidad de 100 mil dólares americanos en efectivo ya que se encontraba detenido en la Policía del estado Anzoátegui, debido a que su papá era narcotraficante.
Después de unas horas, se dirigió un familiar, de la víctima dejando una cantidad de 50 mil dólares y así fue dejado en “libertad”.
El muchacho contó que fue acompañado hasta su vehículo, un ciudadano de apellido Brito, vestido de civil, con una franela blanca unos zapatos blancos y un mono color negro.
Unas semanas después los mismo funcionarios se dirigieron a mi finca ubicada en el tigre de nombre ”La Inversión” comenzando allí con la paranoia y la detención de mi madre de nombre Carmen Gamboa, dijo el joven a los fiscales que llevaron a cabo la investigación.
También declaró que a su madre le pidieron una suma de dinero, esta vez de 180 mil dólares; luego bajaron a 140 mil y lo dejaron al final en un total de 70 mil dólares.
Las joyas estas fueron identificadas según la boleta n- bp01-p-0001428 como Julio García Romero; Víctor Aponte Avilés; Jonathan José Canache; Argenis Enrique Rodríguez; Alexander José Ramírez; Yorjan José Salazar; Carlos Alberto Rodríguez; Alí González Acuña; Juan Miguel Sánchez; Joel Alexander Ruiz; Manuel Jiménez Potiche; Joel José Rondón; Hebert José González; Eduardo José García Yegres. Todos Polianzoátegui.
Pero aún faltan funcionarios por capturar.
Se logró detallar que el hijastro de la “víctima” es dueño del bodegón ubicado en la Cascada “Lechería” donde siempre iban los directores de Polianzoátegui.
NAM