El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este domingo 26 de enero que no permitirá la entrada de aviones con ciudadanos colombianos deportados desde los Estados Unidos, a menos que estos reciban un trato digno.
«Los EE.UU. no pueden tratar como delincuentes a los migrantes colombianos. Desautorizo la entrada de aviones norteamericanos con migrantes colombianos a nuestro territorio. Los EE.UU. deben establecer un protocolo de tratamiento digno a los migrantes antes que los recibamos nosotros» , expresó el mandatario en un mensaje publicado en su cuenta de X (antes Twitter).
Aunque Petro no ofreció detalles específicos sobre esta medida, su declaración se enmarca en un contexto de creciente polémica en América Latina por las deportaciones masivas como parte de la política migratoria del presidente estadounidense Donald Trump.
Polémica por deportaciones y denuncias en Brasil
La postura de Petro se suma a las críticas expresadas por otros gobiernos de la región. En Brasil, el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Lewandowski, denunció el uso de esposas contra ciudadanos brasileños durante un vuelo de deportación desde Estados Unidos. Lewandowski ordenó a la Policía Federal exigir la retirada inmediata de las esposas cuando el avión realizó una parada técnica en Manaos.
El viernes, la Casa Blanca confirmó que las deportaciones de migrantes habían comenzado, destacando que esta medida responde a la principal promesa de campaña de Donald Trump: llevar a cabo la mayor operación de expulsión masiva de extranjeros en la historia del país. Ese mismo día, dos vuelos con migrantes deportados llegaron a Guatemala procedentes de Texas.
Críticas a las políticas migratorias de Trump
Petro ha cuestionado en reiteradas ocasiones las políticas de Trump hacia América Latina. La semana pasada, calificó de «peligroso» el comentario del presidente estadounidense sobre la región, donde afirmó: «No los necesitamos».
«El anuncio de que estamos solos y no nos importa Latinoamérica es peligroso no solo para el mundo, sino para la misma sociedad norteamericana», expresó Petro.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, también rechazó la política migratoria de Trump, afirmando que «Estados Unidos no sería lo que es sin los mexicanos que trabajan allá», en referencia al inicio de las redadas migratorias.
Tensiones en aumento
La decisión de Petro agrega un nuevo matiz a las tensiones entre Washington y los gobiernos latinoamericanos, que denuncian la falta de humanidad en las políticas migratorias de Estados Unidos y exigen respeto hacia sus ciudadanos.