Ingeniero, directiva de empresas, coach en emprendimiento, modelo de trajes de novia y, según fuentes de inteligencia citadas por prensa colombiana, doble agente de Nicolás Maduro en la Operación Gedeón. Alex era su alias, su nombre Yacsy Álvarez Mirabal.
La polifacética mujer, detenida hace un mes en Barranquilla y de la que se desconoce el centro de reclusión en el que se encuentra, fue quien se encargó de las labores administrativas, manejo de recursos, acompañamiento de los estadounidenses hasta Colombia y el envío de armas.
Su apariencia delicada y gestos refinados, como la describe uno de los participantes de la Operación Gedeón que salió de los campamentos meses antes, jamás harían sospechar a los extraños que era quien supuestamente llevaba el pulso y el control de lo que pasaba en esa organización.
Su perfil de empresaria y sus gustos tampoco permitían considerar que, de acuerdo con fuentes de inteligencia citadas por la prensa colombiana, habría sido entrenada por agencias de inteligencia cubana.
Alex, la “sobrina del general”
Algunos de los militares venezolanos que estuvieron en los campamentos la recuerdan como la “sobrina del general”, otros como “la traductora” o “la asistente” que un empresario le habría mandado al general Cliver Alcalá Cordones, quien se encargó de la primera parte de la acción.
Su estilo de vida antes de estar involucrada en la Operación Gedeón era diametralmente opuesto. Sus días transcurrían entre las labores propias de una directora de una empresa con proyección regional como Venoco y sus actividades personales tendientes a aprender más herramientas.
Viajes
Justamente el puesto en Venoco, empresa a la que debía recuperarle la imagen y posición en el mercado, según revela una fuente consultada para este trabajo, supuestamente era el principal motivo que la mantenían viajando entre varios países.
Pero no sólo había motivos laborales, también parte de sus familiares -con los que en sus redes se observa una gran unión- se habían desperdigado por varios países: Colombia, República Dominicana, Estados Unidos y España.
Incluso, durante los últimos años habría comprado una propiedad valorada en cerca de 100.000 dólares en Estados Unidos, según se puede consultar en los registros públicos en línea.
La presencia de Alex en los campamentos donde entrenaban militares captados para Operación Gedeón no era extraña. Fuentes vinculadas a los hechos señalan que estuvo en los sitios en múltiples oportunidades, incluso, en Riohacha habría tenido “una habitación especial para ella”.
“Ella se encargaba de hacer las compras, administrar, llevar cosas que se necesitaran. Mientras estuve en los campamentos, la vi muchas veces”, aseguró la fuente.
Líder de los presuntos agentes chavistas
El director de la Policía colombiana, general Óscar Atehortúa, señaló que Alex también fue “la encargada de generar contactos internacionales con el objetivo de comprar armamento” y la líder de los presuntos agentes chavistas.
Además, Alex fue quien buscó y acompañó a los estadounidenses contratados para la operación desde Estados Unidos a Colombia. “Ella fue quien los llevó a conocer los campamentos. La recuerdan bien”, señaló otra de las fuentes.
En los campamentos, debía adaptarse a las condiciones que se tenían, muy distantes a las que había estado acostumbrada incluso desde su niñez en Venezuela, donde su familia le garantizó un mundo tranquilo, estable y sin mayores preocupaciones.
Una vida razonablemente tranquila en el aspecto económico que la llevó a estudiar Ingeniería en Sistemas en la Universidad Metropolitana, a incursionar en el arte (pintura) y hasta a ser modelo de trajes de novias y prendas de alta costura.
Una década antes había sido más abierta con su vida personal, pero en los últimos años, desde que se vinculó con las empresas de Franklin Durán, comenzó a ser más reservada, tanto que en Facebook su perfil estaba identificado con el seudónimo Teex Jeey, conocido sólo por los más cercanos.
Poca información en Internet
Debido a su discreción se consigue muy poca información pública de Alex en Internet. Una huella digital prácticamente limpia y casi nada de exposición para reforzar su marca personal, pese a que en España se había capacitado para ser coach.
Aunque ninguna de las fuentes consultadas tienen claro cómo nacieron los vínculos con Jordan Goudreau y desde cuando existían, todos insisten que eran muy cercanos y que “era evidente que se conocían desde antes. Eso es lo que a todas luces parecía”.
“Claro que era la chama, la misma chama”, señalaron.
Si los coordinadores de la operación necesitaban unos pasajes o comprar algo en específico debían “pedirlo a ella”, señaló una de las fuentes.
En los campamentos “corrieron rumores” de supuestos vínculos de Alex con miembros de la Operación Gedeón, coincidieron dos informantes, y por ello la habrían enviado a Barranquilla a ocuparse de “otros asuntos”. Algunos llegaron a creer que la habían separado de la organización.
No obstante, al conocerse en marzo que el envío de armas había fracasado, volvió a relucir el seudónimo de Alex en la Operación Gedeón.
Desde ese día desapareció hasta que el 2 de septiembre la detuvieron en la Operación Especial Santa Ana de la Fiscalía, la Policía, el Ejército y Migración Colombia.
Autoridades colombianas
Desde que no se le tenía pista corrieron diversas versiones entre los militares que habían estado en los campamentos y habían salido antes. El más insistente era que Alex supuestamente había recibido protección en Venezuela por sus vínculos con Durán.
Tras el decomiso de armas en la carretera entre Barranquilla y Santa Marta, las autoridades colombianas allanaron el apartamento donde había estado Alex y, según medios colombianos, consiguieron carpetas con información clasificada de militares venezolanos que estaban en Colombia.
La policía colombiana también habría conseguido varios pasaportes. No se ha confirmado que tuviera algún “documento con aval diplomático”.
Durante ese tiempo -y tras la detención momentánea de su madre en Venezuela-, para conocer su versión también se le trató de contactar mediante un número de WhatsApp que podría estar en su poder. Después de ver los mensajes bloquearon el contacto.
En esos meses, el empresario Durán, detenido en Caracas por este caso, dijo en una entrevista a The Washington Post, que contrató a Alex para redecorar su residencia, al sur de Florida, y que por ello le habría autorizado usar su avión privado, en el que llevó a los estadounidenses a Colombia.
Según Durán, quien en el pasado fue un agente del régimen chavista (detenido en Estados Unidos) y que ahora es señalado como presunto financista de la Operación Gedeón, aseguró que él no sabía para qué usaron su avión.
La detención
La detención de Alex fue realizada al mismo tiempo que detuvieron en Bogotá a los hermanos Juven y Juvenal Sequea Torres, dos militares venezolanos, y a Ryder Russo, alias Pico, quien sería una de las piezas de la resistencia que se habría encargado del reclutamiento de los militares venezolanos
Uno de los militares que estuvo hasta noviembre en los campamentos reveló que él ayudó a Russo a presentarle en Cúcuta compañeros que consideraba que estaban realmente comprometidos en la libertad de Venezuela.
El militar, uno de los que pasó a Colombia con el llamado de Juan Guaidó para apoyar en la entrega de la ayuda humanitaria, lamenta no haber detectado que Pico podría haber sido una de las piezas infiltradas por el régimen de Maduro, tal como sostienen autoridades colombianas
El destino que les espera a Alex y los otros detenidos se desconoce. El régimen de Maduro ha señalado que solicitarán su extradición, sin embargo, el gobierno colombiano no reconoce a la dictadura chavista.
Los cuatro detenidos, además, tienen procesos abiertos en Estados Unidos -que también podría pedir la extradición- por fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas y entrenamiento para actividades ilícitas.
El Nacional