La energía eléctrica es básica para cubrir las necesidades domésticas e industriales de cualquier región.
Hoy en día es necesario que su producción sea libre de contaminación.
Por eso las cataratas del Niágara sufrirán próximamente un cambio brusco en su curso debido a la llegada de una turbina hidroeléctrica.
La electricidad que se produce a partir de la fuerza del agua tiene muchas ventajas.
Y la principal es que no hay emisiones de gases de efecto invernadero durante su procesamiento.
Por eso Ontario decidió sacar el mejor partido posible de su riqueza hídrica para establecer varias centrales desde hace más de 100 años.
Ontario Power Generation (OPG), que es la empresa regional de suministro de energía eléctrica, va a destinar más de 700 millones de dólares para renovar cinco de sus plantas generadoras que están en las cataratas del Niágara. En una de ellas se pondrá a prueba una nueva turbina hidroeléctrica.
Cambios necesarios
Hace más de 100 años se instaló la planta hidroeléctrica Sir Adam Beck I administrada por la empresa OPG en las cataratas del Niágara para aprovechar el potencial de sus aguas.
Desde entonces ha suministrado energía a Ontario, y hoy en día la están renovando para que pueda seguir trabajando por muchos años.
Estos trabajos han requerido la inversión de millones de dólares para poder recuperar las diez unidades productoras que estaban paralizadas desde el 2009.
Dos de ellas, la G1 y G2, generaban 40MW y trabajaban con una estructura de distribución que ahora está fuera de uso, y surtían unas antiguas acerías.
Pero ya fueron puestas al día con turbinas y generadores nuevos, que bridan la posibilidad de sacar el mayor provecho de la fuerza del agua.
Para el 2025
A partir del 2025, también se van a poner en marcha las labores para modernizar la planta hidroeléctrica Sir Adam Beck II.
Todo este esfuerzo se ha venido realizando con la finalidad de aumentar la cantidad de electricidad obtenida a través de fuentes limpias.
Pues con el cambio de los equipos se aspira a aumentar en unos 50MW su capacidad de generación.
La recuperación de cada central hidroeléctrica permitirá que sigan cumpliendo con su cometido por muchos años más.
Y como parte de su compromiso con el medio ambiente, están volviendo a usar muchas de las tuberías originales de hace 100 años.
Un lugar de encuentro
Las cataratas del Niágara son un gran atractivo turístico, y también han sido durante mucho tiempo una fuente de energía hidroeléctrica muy importante para Canadá y específicamente para Ontario.
Con las grandes inversiones que se han hecho para la modernización de la central Sir Adam Beck I, habrá más electricidad.
Pues esos trabajos han permitido la renovación de algunas de las unidades productoras que estaban fuera de servicio, haciendo el cambio por nuevas turbinas modernas y más eficientes.
Dos de ellas fueron reemplazadas totalmente hace poco tiempo, y ahora aportan más energía a los 438 MW que ya producía esa central.
En conclusión, las cataratas del Niágara son una fuente de energía hidroeléctrica para Ontario desde hace más de un siglo con la puesta en marcha de la central Sir Adam Beck I, que actualmente está en pleno proceso de renovación.
Esto ha significado el cambio e instalación de nuevas turbinas para elevar su producción.
Una obra maestra
La central eléctrica de Niagara Parks fue una obra maestra pionera que ayudó a modernizar la zona. Estuvo en funcionamiento desde 1905 hasta 2006 y hay mucha historia escondida entre sus paredes.
“Es una historia con muchas capas, es una historia de emprendimiento e innovación, es una historia de arquitectura y, por supuesto, es una historia de energía hidroeléctrica”, dijo David Adames, director ejecutivo de Niagara Parks.
Fue la primera gran central hidroeléctrica construida en el lado canadiense del río Niágara; originalmente fue operada por la Canadian Niagara Power Company y utilizó tecnología de vanguardia para su época.
En los primeros años, a los clientes se les ofrecían vistas especiales al piso principal del generador.
“Tenemos que recordar que en aquella época todavía había que convencer a la gente para que comprara electricidad”, afirmó Adames.
Hoy en día, los visitantes no necesitan que nadie los convenza. Pueden venir a ver de primera mano la maravilla de la ingeniería, y muchos se quedan asombrados por la arquitectura.
El edificio y el piso del generador no son los únicos espacios con historias que contar.
Todos pueden conocerla
En las profundidades de la superficie hay cámaras que se utilizaban para aprovechar la energía del estruendoso río. El agua se precipitaba hacia abajo, haciendo girar turbinas para generar energía y ahora están en plena exhibición.
Los visitantes pueden viajar 55 metros en un ascensor de cristal hasta el interior de las instalaciones, contemplando las turbinas durante su descenso hasta un túnel de 670 metros de longitud, por donde el agua fluía a través de él y volvía a fluir hacia el curso inferior del río Niágara.
Ahora, la gente puede caminar por el túnel revestido de ladrillos por donde una vez fluyó agua a unos 70.000 galones por segundo.
Al final del túnel, conocido antiguamente como el “canal de cola”, se abre hacia el curso inferior del río Niágara y hacia una nueva plataforma de observación.
A medida que los visitantes salen, son recibidos por el sonido retumbante de las cataratas, lo que ofrece una perspectiva nueva de la garganta del Niágara.
“La gente conoce las Cataratas del Niágara, pero ahora puede disfrutarlas de una manera diferente”, dijo Adames, calificando este proyecto como un “legado” para que todos disfruten.
Esta es un área rica en belleza natural, pero incluso esta nueva vista ofrece a las personas la oportunidad de pensar en la fuerza de la Madre Naturaleza y cómo fue capturada para traernos a la era moderna
qpasa
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