El trabajo es muy importante para el ser humano. En nuestro país la vigente Constitución Nacional, expresa que el trabajo es un proceso fundamental para alcanzar los fines esenciales del Estado.
Así mismo la Constitución consagra que toda persona tiene derecho al trabajo y el deber de trabajar y que esa libertad de trabajo no será sometida a otras restricciones que establezca la Ley. Establece además que el trabajo es un derecho social que goza de la protección del Estado.
El trabajo es entonces una actividad personal fundamental, mediante el despliegue de energías humanas encaminadas a la producción de resultados útiles y de cosas valiosas y necesarias para el mantenimiento personal y familiar, para la subsistencia de la vida y el progreso particular y general.
El ser humano nace signado por el trabajo, por eso en la biblia se dice: ‘’Comerás del trabajo de tus manos (Salmos 128)”. Y también en el Génesis bíblico se expresa: “Con el sudor de tu rostro comerás el pan”. En base a lo anterior el trabajo le pertenece al hombre porque ningún otro animal trabaja, si consideramos trabajo a toda actividad humana realizada para procurarse el propio sustento.
El trabajo jamás debe aceptarse como un medio de subyugación, vejación o avasallamiento sobre el ser humano; porque la dignidad humana del trabajo propende a elevarlo, nunca a humillarlo, y menos envilecerlo.
En fin, el trabajo es esencial a la vida humana y cada ser humano es su sujeto principal comprendiendo todas las fases del desarrollo económico, realizados por todas las actividades que producen riqueza material. A cambio del trabajo, quien lo presta debe recibir un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas, sociales e intelectuales.
Individuo de número de la Academia de Ciencias Jurídicas del Estado Zulia.