Cargar el móvil por la noche, una práctica tan común como aparentemente inofensiva, pero puede esconder una serie de inconvenientes que afectan tanto a la longevidad de tu dispositivo como a tu propia seguridad y bienestar. Aunque los avances en la tecnología de baterías han ayudado a combatir algunos riesgos, sigue habiendo razones de peso para reconsiderar este hábito.
Esto es porque muchos de los smartphones que han salido al mercado en los últimos años tienen carga inteligente, por ejemplo, el Pixel 9 es capaz de adaptar los flujos de carga para que a la hora que tengas la alarma puesta el teléfono esté cargado al completo, dejando ratos de la noche en los que no carga para preservar la batería.
Pero la degradación de la batería es una preocupación real, y aunque, como decíamos, las baterías modernas están diseñadas para detener la carga una vez alcanzan el 100%, mantenerlas enchufadas durante largos periodos en un estado de carga completa puede someterlas a un estrés innecesario.
Este estrés se traduce en un desgaste acelerado de la batería, reduciendo su capacidad para almacenar energía a largo plazo y acortando su vida útil. Además, cargar el móvil toda la noche puede generar un calor excesivo, especialmente si se utilizan cargadores o cables de baja calidad o no certificados.
Este calor no solo afecta a la batería, sino que también puede dañar otros componentes internos del teléfono, afectando a su rendimiento y estabilidad. En casos extremos, el sobrecalentamiento puede incluso provocar incendios, representando un riesgo grave para la seguridad, especialmente si el dispositivo se deja cargando desatendido durante la noche.
Otro factor a tener en cuenta es el impacto en el medio ambiente. Dejar el móvil enchufado innecesariamente consume energía, aunque sea en pequeñas cantidades. A gran escala, teniendo en cuenta los millones de personas que lo hacen, este consumo fantasma contribuye al desperdicio energético agravando el problema del cambio climático.
Qué puedes hacer como alternativa
Esta claro que cargar el móvil de noche es muy cómodo, ya que así te aseguras que al día siguiente tienes batería para afrontar el día, y no tienes que estar preocupado y pegado a un cable durante momentos del día en los que realmente no te viene bien.
Pero, si quieres proteger tu dispositivo y a ti mismo también, puedes a probar a cargar el teléfono antes de acostarte mientras preparas la cena o ves tu serie favorita, esto te podrá ayudar a no usarlo antes de dormir, y desconectar un poco de este dispositivo. Otra opción es seguir cargándolo de noche, pero comprarse un cargador inteligente que detenga la carga cuando la batería esté llena, una inversión que de primeras puede no parecer necesaria, pero sin duda es conveniente.
Con información de El Economista
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