El Tribunal de Distrito Sur de Texas aprobó una oferta de la firma comercial Kolmar Americas por 2,75 millones de dólares la gasolina entregada por EEUU por el propietario del buque Alkimos, con lo cual llega a su fin una disputa legal por un combustible que el magnate Wilmer Ruperti traería a Venezuela para aliviar la crisis por la falta de gasolina.
Se trata de una disputa de vieja data y de un complejo proceso legal que se dirime en los tribunales estadounidenses desde junio pero que se inició en abril, cuando comenzó la crisis por la escasez de combustible debido a la imposibilidad de Pdvsa de producir gasolina y las dificultades para importarla debido a las sanciones impuestas por EEUU contra el gobierno de Nicolás Maduro.
De acuerdo con los cálculos de Bloomberg, Kolmar estaría comprando la gasolina a precio de gallina flaca, toda vez que su valor real de acuerdo con los precios internacionales sería de unos 5,59 millones de dólares.
La odisea comenzó hace varios meses cuando la empresa ES Euroshipping AG, propiedad del magnate y aliado del gobierno Wilmer Ruperti, contrató los servicios de Brujo Finance Company para trasladar gasolina desde Panamá a Aruba. Para ese entonces, Ruperti prometió traer al país un millón de barriles de combustible para «evitar males mayores al país».
Tras el embarque, el fletador del barco, la empresa Sea Energy, informó a Brujo que en Aruba debía transferir la carga al buque Beauty One, propiedad de ES Euroshipping, lo cual despertó sospechas de que el destino final de la gasolina era Venezuela, tomando en cuenta que se trata de un barco propiedad de Ruperti,
Eso podría haber puesto al propietario del barco en incumplimiento de las sanciones de Estados Unidos, según la denuncia legal. El 31 de marzo, los propietarios le dijeron al fletador a través de corredores: «Los propietarios NO participarán en ningún comercio ilegal», según la denuncia. Pero la información no satisfizo a Brujo.
El propietario del buque alegó que el fletador no proporcionó un puerto alternativo para la descarga ni garantías de que ésta no estaba destinada a Venezuela, por lo ejerció un derecho de retención y arbitraje sobre la carga y ordenó al Alkimos que se dirigiera a EEUU, según los documentos presentados.
Con ello Brujo busca resarcir los daños y perjuicios por los honorarios en que incurrieron con Alkimos por la espera.
El buque atracó en Houston en junio, según muestran los d satisfacer el gravamen y la puso a la venta en una subasta pública en julio. Después de que la subasta no logró atraer ofertas, el tribunal recibió algunas ofertas privadas de empresas poco conocidas antes de que Kolmar emergiera como un comprador potencial.
No está claro si la gasolina, que se encuentra actualmente en el puerto bajo la supervisión de los alguaciles estadounidenses, se venderá a nivel nacional o se exportará.
Fuente: Tal Cual