Como una imprudencia total, absoluta, fue tomado el trino de Gustavo Bolívar comparando las caravanas a favor de Álvaro Uribe con las que recibió Diomedes en Valledupar “después de matar a Dorís Adriana Niño”. En casi toda la Costa Atlántica, y en especial en Valledupar, Diomedes sigue siendo un ídolo absoluto, una especia de Maradona al que se le perdona todo, incluso el haber pagado cárcel por ese tipo de hechos. Doris Adriana murió en una fiesta del Cacique de la Junta y no avisaron del hecho a las autoridades por lo que enjuiciaron y condenaron a Diomedes. Cuando el cantante regresó a Valledupar ya había pagado su deuda con la justicia.
Con un escrito que marca una monumental y elegante bofetada de los hijos de Diomedes Díaz a la ignorancia y bestialidad del “honorable” senador Gustavo Bolívar tras publicar un Twitter donde de manera irrespetuosa e irresponsable, se refiere al Cacique de la Junta así: