Con banderas en mano y carteles decían «estamos gobernados por idiotas», los israelíes llegaron a la casa de Netanyahu. En Tel Aviv también hubo manifestaciones en contra de la lentitud para liberar rehenes. También exigen elecciones generales
Israel vive su ola de protestas más imponente desde el ataque del grupo terrorista Hamás en el pasado mes de octubre. Miles de ciudadanos salieron a las calles la noche del sábado para manifestar su descontento con la gestión de Benjamín Netanyahu, primer ministro de la nación.
La oscuridad de la noche no fue impedimento para hacer ver sus carteles con los que exigían al mandatario ocuparse de la liberación de rehenes que están en manos del grupo radicado en Gaza.
Además, exigen que se realicen elecciones generales sin importar que estén en medio de la guerra.
Con banderas en mano y carteles decían «estamos gobernados por idiotas», los israelíes y llegaron hasta la ciudad de Haifa y también a la casa de Netanyahu, en la ciudad costera de Cesarea, donde hubo enfrentamientos leves con la policía, informaron los organizadores de la protesta.
Vale recordar que desde antes el ataque del 7 de octubre, Israel se encontraba profundamente dividida por una polémica reforma judicial que impulsa el Gobierno, y cada semana las calles de Tel Aviv y otras ciudades se inundaban con protestas antigobierno.
Sin embargo, a raíz de la escalada con el grupo miliciano palestino, la sociedad civil acordó mostrar unidad, y las manifestaciones antigobierno se habían suspendido hasta hace unas semanas, cuando se retomaron pero con escasa participación, reseñó DW.
Los asistentes de este sábado consideran que el actual Gobierno es el culpable del ataque que perpetró Hamás el 7 de octubre, que dejó unos mil 200 muertos israelíes y 250 rehenes. Desde entonces, los bombardeos de Israel sobre Gaza han asesinado a unas 22 mil personas palestinas. En tanto, los manifestantes piden que Netanyahu renuncie y se celebren nuevas elecciones.
Por el momento, 132 personas, entre ellas dos menores de cinco años, siguen secuestradas en Gaza, de las cuales 25 han muerto. De todos ellos, 121 son israelíes y 11 extranjeros (ocho de Tailandia y el resto de Nepal, Tanzania, y un franco-mexicano).
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