En los instantes iniciales los visitantes pusieron en aprietos a Jan Oblak y en el minuto 7 se adelantaban en una acción desafortunada que terminó en autogol de Mario Hermoso. Álvaro Morata apareció en par de oportunidades para salvar al cuadro colchonero de la catástrofe. Los dirigidos por Diego Simeone suman su primer triunfo en la competición
No hay ninguna competición que despierte tantas inseguridades como la Liga de Campeones en el Atlético de Madrid, superviviente y ganador contra el Feyenoord (3-2), al filo de la debacle, entre el caos defensivo propio y ajeno, superado durante muchos tramos del duelo y vencedor sobre el alambre, con dos goles de Álvaro Morata y dos paradas cruciales de Oblak, dentro de un laberinto del que escapó a trompicones, encerrado en su área.
En los instantes iniciales los visitantes pusieron en aprietos a Jan Oblak y en el minuto 7 se adelantaban en una acción desafortunada, porque además de la mala coordinación defensiva local la parada del meta esloveno rebotaba en Mario Hermoso para colarse en la portería rojiblanca.
De nuevo los fantasmas, incrementados en el minuto 10 con el disparo de Zerrouk que se marchaba rozando el poste. Aunque poco después llegaba la tranquilidad a la grada local, con la diana de Álvaro Morata, anulada en primera instancia pero concedida tras consultar el árbitro el VAR.
Los colchoneros siguieron sin hacerse con el control del encuentro, y sobre todo exhibieron algunos errores claros. El más peligroso el que daba en el 34′ con el gol de David Hancko, tras un error coral en defensa a balón parado pero con Hermoso rompiendo el fuera de juego. Nuevo jarro de agua fría para los madrileños, del que tardaron esta vez más en reponerse, si bien Antoine Griezmann aparecería providencial en el descuento, justo antes del descanso, con una diana de chilena tras un barullo general en el área.
La segunda parte no podía comenzar de mejor manera. En el segundo acercamiento local, Nahuel Molina daba una gran asistencia para que Álvaro Morata anotara casi a placer en el 48′, desnivelando al fin el marcador en favor de los de Diego Simeone. Un gol que devolvía el alborozo y la tranquilidad a la grada y sobre todo al banquillo, donde Diego Simeone estuvo excesivamente activo.
Vinieron tras esa diana buenos minutos de los locales, seguramente los mejores de todo el encuentro. Aunque con el paso de la segunda mitad los colchoneros fueron reculando, en parte ante el empuje de un correoso Feyenoord y también esperando espacios para sorprender a la contra. Llegaron también los cambios como es costumbre, pero el sufrimiento no se iba, y de hecho Jan Oblak nos mostró uno de sus habituales milagros para mantener el empate en el marcador.
Porque el Metropolitano contuvo claramente la respiración en los minutos finales, ante el acoso de los neerlandeses. Jan Oblak regalaba otra gran parada en la jugada casi final del encuentro, mientras el portero rival subía a rematar como en Roma. Pero no habría más goles y el Atlético de Madrid logra una victoria importante que coloca a este equipo con cuatro puntos y por tanto opciones claras de poder pasar a la siguiente fase.
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