Con la misión de entrenar a los cadetes de la Armada de Venezuela en artes de la navegación en su forma más pura y servir de embajador de buena voluntad ante los diferentes países que visita, el Buque Escuela Simón Bolívar impone su presencia en el Puerto de Maracaibo ante las demás embarcaciones civiles y militares allí atracadas.
Arribó el pasado 22 de julio para formar parte del desfile aeronaval conmemorativo por el Bicentenario de la Batalla Naval del Lago, que se llevó a cabo el 24 de julio y desde entonces permanece en el malecón abierto al público ávido de conocer que hay dentro de su imponente presencia.
Según cifras oficiales, a la fecha la embarcación recibió un total 99 mil 405 visitantes, todo un récord. Solo el domingo recibieron aproximadamente 30 mil visitas, mientras que el lunes 28 mil 405 personas abordaron la embarcación que permanecerá hasta el próximo jueves 3 de agosto en aguas del Lago.
Mientras llega el día de la despedida, el mascarón de proa, alusivo a una mujer que porta el tricolor de Venezuela y sostiene en su mano derecha una espada que representa el rompimiento de cadenas, será la primera el recibir a los visitantes de la ciudad para que luego la tripulación guie a través de este embajador de buena voluntad que tiene la nación.
Bienvenidos marabinos
A los pies de la embarcación, tipo bergantín, sus tres mástiles yerguen a lo alto del cielo, donde las velas pueden ser desplegadas, cuando así lo requieran, para impulsar la nave insignia al destino que le sea encomendado por el alto mando de la Armada venezolana, ésta puede impulsarse también a través de sus máquinas o de ambas maneras para mayor instrucción de los futuros guardiamarina.
Mientras que para que un oficial forme parte de la tripulación permanente deben cumplir con la obvia integridad que exige el componente naval de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
“No solo eso, sino que también esté totalmente en la capacidad de realizar cualquier maniobra que sea requerida en el buque o cualquier avería que se pueda presentar en tránsito en cualquiera de los cruceros”, comentó el personal guía a Foco Informativo durante un recorrido especial a bordo de la nave que recibe visitantes desde el pasado 25 de julio a hasta el 3 de agosto.
El buque puede albergar una tripulación máxima de 210 personas entre oficiales, suboficiales y cadetes. Para que los alumnos puedan abordar la embarcación deben cumplir un requisito primordial, el cual es cursar tercer año en la Academia Militar de la Armada Bolivariana. Una vez allí aprenden las artes y faenas marineras, navegación astronómica, maniobra de buques fondeados, comunicaciones entre otras materias las cuales son enseñadas y puesta en prácticas en el sitio.
Escuela y hogar en altamar
También conocido por sus siglas BE-11, el Buque Escuela Simón Bolívar fue botado en 1980 y hoy tiene 43 años. Tiene una eslora (largo) de 84, 5 metros y una manga (ancho) de 10 metros. Puede navegar 45 días sin reabastecerse tanto de combustible, agua o alimento.
“Cuando el buque escuela sale al exterior para hacer los cruceros, tiene como misión ser un embajador para fortalecer las relaciones entre Venezuela con los países a donde es recibido”, explicó el efectivo militar.
Para navegar a la vieja usanza están los tres palos, de los cuales dos son cruzados, uno de ellos es el trinquete, ubicado en la proa o frente del barco y el otro es el mayor que está en la medianía. El último mástil es mesana que está en la popa o parte posterior. En ellos se despliegan 24 velas que impulsan la navegación por viento.
El buque posee tres timones. El primero o principal está en la Cubierta de Toldilla. El segundo secundario está más hacia la proa. Mientras que el tercer timón está dentro del local de la Sala de Derrota, donde están todos los equipos de ayuda a la navegación. Este es Timón de emergencia o de mal tiempo.
Sin embargo, las regulaciones marítimas exigen que la navegación sea a propulsión por lo que el buque cuenta con un motor y lo último en tecnología para desplazarse a sus destinos con la total seguridad que la tripulación requiera.
El buque también tiene en su interior una Plaza Bolívar, donde exhiben reliquias del Libertador como un peine y un autógrafo. Para llegar a esta área es necesario pasar por el pasillo de oficiales que está revestido con madera que es pulida diariamente por la tripulación y donde están expuestas las condecoraciones otorgadas a la embarcación. Al final en la popa está la cámara alta, donde el capitán recibe a los dignatarios y oficiales extranjeros que visitan la nave.
Los cadetes cuentan con aulas donde ven clase teóricas. Para hacerlo deben dividirse por grupos. Mientras unos ven la teoría abajo otros hacen la práctica arriba. Todo el período a bordo del buque puede durar entre tres y cuatro meses.
Pero no todo es protocolo o estudios. El BE-11 también cuenta con una sala común y la Cámara de Marinería con todo lo apropiado para el entrenamiento del personal como televisión satelital, música y más para despejarse de la rutina.
A la fecha lleva más de 400 mil millas náuticas navegadas y luego del 3 de agosto tomará rumbo a nuevo puerto para continuar su tradición de formación de quienes serán los próximos oficiales de la Armada nacional, por lo que la tripulación del embajador sin fronteras invita a los marabinos a visitar y conocer la nave insignia en el horario comprendido de 9.00 de la mañana a 8.00 de la noche los días que le quedan en el Puerto de Maracaibo.
Por: José Manuel Sánchez / Fotos y videos: Lizaura Noriega
Tu opinión es importante para nosotros, déjanos tu comentario y síguenos en Instagram, Twitter, Facebook y YouTube recibe de inmediato los hechos noticiosos y análisis tal como están ocurriendo con nuestro grupo de WhatsApp